LA ALPUJARRA GRANADINA

    La Alpujarra está en la ladera sur del Parque Natural de Sierra Nevada, entre las provincias de Granada, donde se encuentra la mayor extensión y delaprovincia de Almería.

    Para acceder a La Alpujarra tomaremos la carretera de Granada a Motril, hasta el desvió de Lanjarón – Orgiva, y desde aquí empezaremos a subir por carreteras locales dirección Pampaneira.

    También se puede acceder por Guadix, La Calahorra, el Puerto de la Ragua, Laroles y Laujar de Andarax.
Algo que impresiona a todo viajero que llega a esta comarca es la arquitectura de sus pueblos, con calles estrechas, torcidas y empinadas, sus casas con torraos (cubiertas planas), que están hechos con launa, una arcilla impermeable extendida sobre el cañizo o sobre losas de piedra o de pizarra, soportadas por vigas de madera y que en los meses de verano y otoño pueden verse extendidos en ellos los productos de la tierra secándose, sus variopintas chimeneas, de formas piramidales y cilíndricas, que tienden a funcionar gran parte del año, con sus ristras de pimientos colgadas junto a las ventanas y sus tinaos, que son partes de la calle cubiertas por alguna estancia de la casa.

Pasear por sus calles consiste uno de los mayores encanto que tiene esta región, que nos harán olvidar en parte, la época en que vivimos y nos sumergirá en los últimos años de la dominación musulmana ya que La Alpujarra fue el último reducto de la estancia árabe en España y su última revuelta o sublevación capitaneada por Aben Humeya en 1568.

    El Parque de Sierra Nevada es un marco incomparable desde el punto de vista geográfico y climático que se puede apreciar desde diversos puntos de La Alpujarra. En esta sierra se encuentran importantes cumbres, destacando el Mulhacén con 3478 m., el más alto de la Península Ibérica, al que se encarama la localidad de Trevélez, y el Veleta con 3395 m., al que suben escalonadamente Pampaneira, Bubión y Capileira.
Al bajar de Capileira y Bubión e incorporarse a la carretera, hay una gasolinera que tiene al lado un aparcamiento que sirve a su vez de mirador, pues desde allí en los días despejado, podemos ver perfectamente el mar, al igual que desde otros puntos más altos de La Alpujarra.

Desde esta última sale una carretera que en pocos kilómetros estaremos en la entrada del camino que te sube al pico del Mulhacén; es un camino largo y difícil de realizar, por lo que hay que estar acostumbrado a caminar, tener algo de preparación física, llevar calzado adecuado y un palo de marcha.

Otras poblaciones dignas de visitar, aunque lo son todas, es La Taha (Pitre), Mecina, Mecinilla, Fondales, Portugo, etc…. Y hay caminos tradicionales entre ellas, que discurren por bellos parajes.

La mayor parte de La Alpujarra está declarada como Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Taha, que en compañía de el Barranco de Poqueira, que está declarado Conjunto Histórico, forman la mayor zona protegida de Europa con esta denominación.

    Algunas de sus poblaciones son conocidas, porque en época estival se suelen celebrar, las famosas fiestas de moros y cristiano y que atraen mucho turismo.
Su gastronomía es muy variada, pero abundan en sus platos la carne de cerdo, cabrito, la chacina de la zona y los jamones de Trevélez.
    En el Barranco del Porquero, se puede llegar con el coche hasta una antigua central eléctrica, es un lugar idóneo para la práctica del senderismo, espeleología, barranquismo, puenting y otros deportes de riesgos,

 del camino principal, salen múltiples senderos de corto recorrido pero de una gran belleza y que mientras vamos caminando disfrutamos de una gran variedad de olores procedente de plantas aromáticas así como de una gran variedad de plantas y árboles frondoso, entre los que predomina el pino, a la par que se ven corretear las ardillas y con un poco de suerte alguna cabra montesa.

En este barranco hay que prestar especial atención en épocas de tormentas pues como

consecuencia de las bajadas torrenciales de agua, lo hacen peligroso incluso en verano.

Abunda la artesanía tanto de cerámica, como de tela, siendo de gran belleza y colorido sus mantas y jarapas.
Cuando vamos llegando al pueblo de Laujar de Andarax, veremos como el paisaje va cambiando, se vuelve más pardusco, más gris, pedregoso, apenas sin vegetación, esta es la señal de que hemos llegados a La Alpujarra almeriense, pero eso es otra historia que veremos más adelante.

Información obtenida en la misma Alpujarra en los centros de turismo, fotos tomadas por mi mujer y por mí.
Espero que os haya gustado y lo hayáis disfrutado, nos vemos.



J. Morales