En anteriores entrada, ya hemos andados por la zonas de los picos por la parte de León y Cantabria, hemos estado por Riaño, Valdeón, por el Valle de Liébana, Fuente Dé, etc., pues ahora le ha llegado el turno, a la parte quizás más visitada de los Picos de Europa, la zona que ha todos se nos viene a la cabeza cuando oímos hablar de los Picos de Europa, Asturias.
En el recorrido anterior nuestra ruta termino en Panes, lugar donde retomaremos el camino, hasta Cangas de Onil, este recorrido son aproximadamente unos 60 Km., me quiero referir a los que tendríamos que andar por carretera sin meternos por ningún camino, ni ruta, si no marchando directamente de un punto a otro, por la carretera AS 114, pero afortunadamente, hay muchos sitios donde pararemos para verlos y muchas rutas, unas a pie y otras en el mismo coche, el lugar idóneo para centrarnos y desde allí realizar nuestra excusiones es Arenas de Cabrales, pues está situado más o menos en mitad del camino, y es punto de partida de la mayoría de las rutas a realizar.
El camino por la carretera discurre por un bello paisaje donde el Río Care, está flanqueado por montañas, dejando un desfiladero entre Panes y Arena de Cabrales, desde el cual se puede ascender con coche, a distintas pequeñas poblaciones que quedan a ambos lados de la carretera, como pueden ser, Trescare, Alles, Niseria y Mier, que tienen unos rincones encantadores.
Ya en Arena de Cabrales, podemos ver paseando por sus calles, varias casas señoriales y un palacio y una iglesia de los siglos XVII y XVIII, también hay en su núcleo urbano un par de puentes medievales, y resto de una calzada romana.
Justo al lado de uno de los puentes, de ellos está situada un Museo del Queso, que es visitable y en el podemos observar cómo se elabora y se envejecen los famosos quesos de Cabrales, tan olorosos como ricos.
Siguiendo la carreterita que pasa por el lado del museo y que cruza el puente, que es de donde parten casi todas las ruta, llegaremos a Poncebo, tras pasar la central eléctrica y poco antes de llegar a Camarmeña, está el teleférico que sube al poblado de Bulnes, que hasta 2001, había que subir a pie o en mulas.
Este funicular tiene un recorrido de 4 Km. por un túnel escavado en la montaña, en línea recta, con un desnivel de 400 m., que recorre en 7 minutos, ni que decir tiene que durante el trayecto no se ve nada, este te deja a escasos metros del poblado y desde allí, a unos 650 m. de altitud, sí que las vistas son maravillosas, invitan a pasear y a respirar aire puro y desde aquí a través de una senda, los más atrevidos y mejor preparados, inician la ascensión de famoso Naranjo de Bulnes, llamado así por el tono que coge su paredon a la caída del sol, aunque su verdadero nombre y por el que quieren los asturianos que se le llame es Picu Urriellu (2510 m.).
Esta puede ser una de las opciones que podemos tomar, pero si omitimos la subida, en el funicular, dejando atrás la estación del mismo en Poncebo, un poco más adelante a la derecha, se sube a la población de Camarmeña, y aquí nos encontramos con un mirador, que es el mejor sitio desde donde se puede ver al Naranjo, este mirado a la caída del sol, es un sitio esplendido para tomar fotografías, yo tuve la paciencia de sentarme allí, de 8 a 10 de la tarde-noche en un mes de Julio, y sacar fotos del Naranjo cada 5 minutos, para ir viendo como se deslizaba el color naranja del sol sobre la pared de la montaña y compararlas después.
Justo a la izquierda de Camarmeño, sale un camino que nos introduce en lo que es propiamente la Ruta del Care, conocido también por “Garganta Divina del Care”, que es una senda de 12 km., que une Poncebo (Asturias) con Cain (Leon), este camino si vamos más de un coche, es mejor de entra un grupo por cada lado, aunque el rodeo que hay que hacer con el coche para no desandar el camino es de 110 Km. aproximadamente.
Esta senda no es muy dificultosa de realizar, pues tiene más de un metro de ancho, pero a pesar de eso hay sitios que hay que tener especial cuidado, pues hay cortados más estrecho que bordean el río y que caen vertiginosamente a una altura considerable y debemos de llevar calzado apropiado.
Otra opción que podemos tomar desde Poncebo, casi al lado de la estación del funicular, es ir en coche por una carreterita de montaña hasta Sotres, esto sí que le puede llaman camino de osos, antes de entrar en la población, sale un camino de tierra a la derecha, que nos llevara hasta El Collado de Pandebano, aquí sí que hay que dejar el coche y continuar andando tres o cuatro horas para ver de cerca el Naranjo de Bulnes e incluso llegar hasta sus pies, insisto en que hay que tener mucho cuidado con la niebla para realizar cualquier ruta, por esta montañas.
En Sotres hay un restaurante que queda al borde de una montaña, que además de comer estupendamente, tiene una vista alucinante, mirando en dirección Treviso (Cantabria) yo creo que es el más alto, con lo que las demás montañas quedan por debajo.
Desde aquí no nos queda más remedio que volver por el mismo camino que hemos traído, más o menos a mitad del trayecto a Poncebo, hay un pequeño puente romano y restos de una calzada, que hay que ir pendiente para verlo pues a veces lo tapa la vegetación, aquí merece la pena pararnos un rato y pasear andando, incluso bajar al río y meter los pies en el agua sobre todo si hemos andado bastante, el agua esta helada, pero es muy reconfortante.
Partiendo de nuevo desde Arenas dirección Cangas, a la salida de la siguiente población Carreño y en el lado izquierdo, a pie de carretera hay un mirador desde el cual tenemos también una buena vista de el Naranjo y un poco más adelante a la izquierda está la subida a una aldeíta que se llama Asiego, donde hay otro mirador que también se ve y en una panorámica mas grande.
Seguimos nuestro camino y nos encontramos con Robellada, desde este punto a la derecha hay una carretera que nos lleva hasta la costa, a unos o 17 Km., pero nosotros seguiremos hacia delante hasta Cangas de Onil, que es el final de nuestro recorrido.
Próximamente lo visitaremos y lo tomaremos como base y referencia, para visitar los Lagos de Covadonga, el Desfiladero de los Bellos y las poblaciones colindante al río Sella, escenario del famoso descenso y por aquí bajaremos hasta la costa.
Creo que este recorrido te habrá encantado como el resto de los Picos de Europa, la grandiosidad de este macizo montañoso, que te impresiona desde cualquier punto que te asomes a él.
En el recorrido anterior nuestra ruta termino en Panes, lugar donde retomaremos el camino, hasta Cangas de Onil, este recorrido son aproximadamente unos 60 Km., me quiero referir a los que tendríamos que andar por carretera sin meternos por ningún camino, ni ruta, si no marchando directamente de un punto a otro, por la carretera AS 114, pero afortunadamente, hay muchos sitios donde pararemos para verlos y muchas rutas, unas a pie y otras en el mismo coche, el lugar idóneo para centrarnos y desde allí realizar nuestra excusiones es Arenas de Cabrales, pues está situado más o menos en mitad del camino, y es punto de partida de la mayoría de las rutas a realizar.
El camino por la carretera discurre por un bello paisaje donde el Río Care, está flanqueado por montañas, dejando un desfiladero entre Panes y Arena de Cabrales, desde el cual se puede ascender con coche, a distintas pequeñas poblaciones que quedan a ambos lados de la carretera, como pueden ser, Trescare, Alles, Niseria y Mier, que tienen unos rincones encantadores.
En esto quiero hacer una observación, hay quien cree que esta zona de la carretera es la Ruta de Care, pero no tiene nada que ver con ella.
Ya en Arena de Cabrales, podemos ver paseando por sus calles, varias casas señoriales y un palacio y una iglesia de los siglos XVII y XVIII, también hay en su núcleo urbano un par de puentes medievales, y resto de una calzada romana.
Justo al lado de uno de los puentes, de ellos está situada un Museo del Queso, que es visitable y en el podemos observar cómo se elabora y se envejecen los famosos quesos de Cabrales, tan olorosos como ricos.
Siguiendo la carreterita que pasa por el lado del museo y que cruza el puente, que es de donde parten casi todas las ruta, llegaremos a Poncebo, tras pasar la central eléctrica y poco antes de llegar a Camarmeña, está el teleférico que sube al poblado de Bulnes, que hasta 2001, había que subir a pie o en mulas.
Este funicular tiene un recorrido de 4 Km. por un túnel escavado en la montaña, en línea recta, con un desnivel de 400 m., que recorre en 7 minutos, ni que decir tiene que durante el trayecto no se ve nada, este te deja a escasos metros del poblado y desde allí, a unos 650 m. de altitud, sí que las vistas son maravillosas, invitan a pasear y a respirar aire puro y desde aquí a través de una senda, los más atrevidos y mejor preparados, inician la ascensión de famoso Naranjo de Bulnes, llamado así por el tono que coge su paredon a la caída del sol, aunque su verdadero nombre y por el que quieren los asturianos que se le llame es Picu Urriellu (2510 m.).
Esta puede ser una de las opciones que podemos tomar, pero si omitimos la subida, en el funicular, dejando atrás la estación del mismo en Poncebo, un poco más adelante a la derecha, se sube a la población de Camarmeña, y aquí nos encontramos con un mirador, que es el mejor sitio desde donde se puede ver al Naranjo, este mirado a la caída del sol, es un sitio esplendido para tomar fotografías, yo tuve la paciencia de sentarme allí, de 8 a 10 de la tarde-noche en un mes de Julio, y sacar fotos del Naranjo cada 5 minutos, para ir viendo como se deslizaba el color naranja del sol sobre la pared de la montaña y compararlas después.
Justo a la izquierda de Camarmeño, sale un camino que nos introduce en lo que es propiamente la Ruta del Care, conocido también por “Garganta Divina del Care”, que es una senda de 12 km., que une Poncebo (Asturias) con Cain (Leon), este camino si vamos más de un coche, es mejor de entra un grupo por cada lado, aunque el rodeo que hay que hacer con el coche para no desandar el camino es de 110 Km. aproximadamente.
Esta senda no es muy dificultosa de realizar, pues tiene más de un metro de ancho, pero a pesar de eso hay sitios que hay que tener especial cuidado, pues hay cortados más estrecho que bordean el río y que caen vertiginosamente a una altura considerable y debemos de llevar calzado apropiado.
Otra opción que podemos tomar desde Poncebo, casi al lado de la estación del funicular, es ir en coche por una carreterita de montaña hasta Sotres, esto sí que le puede llaman camino de osos, antes de entrar en la población, sale un camino de tierra a la derecha, que nos llevara hasta El Collado de Pandebano, aquí sí que hay que dejar el coche y continuar andando tres o cuatro horas para ver de cerca el Naranjo de Bulnes e incluso llegar hasta sus pies, insisto en que hay que tener mucho cuidado con la niebla para realizar cualquier ruta, por esta montañas.
En Sotres hay un restaurante que queda al borde de una montaña, que además de comer estupendamente, tiene una vista alucinante, mirando en dirección Treviso (Cantabria) yo creo que es el más alto, con lo que las demás montañas quedan por debajo.
Desde aquí no nos queda más remedio que volver por el mismo camino que hemos traído, más o menos a mitad del trayecto a Poncebo, hay un pequeño puente romano y restos de una calzada, que hay que ir pendiente para verlo pues a veces lo tapa la vegetación, aquí merece la pena pararnos un rato y pasear andando, incluso bajar al río y meter los pies en el agua sobre todo si hemos andado bastante, el agua esta helada, pero es muy reconfortante.
Partiendo de nuevo desde Arenas dirección Cangas, a la salida de la siguiente población Carreño y en el lado izquierdo, a pie de carretera hay un mirador desde el cual tenemos también una buena vista de el Naranjo y un poco más adelante a la izquierda está la subida a una aldeíta que se llama Asiego, donde hay otro mirador que también se ve y en una panorámica mas grande.
Seguimos nuestro camino y nos encontramos con Robellada, desde este punto a la derecha hay una carretera que nos lleva hasta la costa, a unos o 17 Km., pero nosotros seguiremos hacia delante hasta Cangas de Onil, que es el final de nuestro recorrido.
Próximamente lo visitaremos y lo tomaremos como base y referencia, para visitar los Lagos de Covadonga, el Desfiladero de los Bellos y las poblaciones colindante al río Sella, escenario del famoso descenso y por aquí bajaremos hasta la costa.
Creo que este recorrido te habrá encantado como el resto de los Picos de Europa, la grandiosidad de este macizo montañoso, que te impresiona desde cualquier punto que te asomes a él.
Fotografías propia, información sacada de los impresos de información de la zona y por la experiencia y el gustazo de haber visitado esta maravilla.
J.Morales
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